jueves, 9 de junio de 2011

EPOCA COLONIAL

ECONOMIA COLONIA


El desarrollo económico de Chile durante el siglo XVII  estuvo marcado por el hecho de constituir nuestro territorio una simple Gobernación dentro del Imperio Español. El sistema de Monopolio Comercial limitaba el intercambio con otros países, por lo cual a lo largo de los siglos XVII y XVIII surgieron mercados regionales en América necesarios para una relativa expansión económica. Esto último no fue el resultado de una planificación racional, sino más bien el producto de la propias necesidades cotidianas. Chile mantuvo contacto en estas materias con el virreinato del Perú y el del Río de la Plata, además del intercambio con la metrópolis. Sin embargo, el mercado chileno funcionaba en un sistema de autosuficiencia, donde la mejor representante de esta situación era la  Hacienda, verdadera esfera cerrada que consumía lo que ella producía.
En el siglo XVII la baja en la extracción de oro, bastante mermada en los últimos decenios del siglo anterior, conjuntamente con la desaparición de la mano de obra indígena ocupada en los pesados trabajos de los lavaderos, obligó a los colonos a activar la producción agropecuaria.
La actividad ganadera se centró en las Estancias, donde los animales pastaban en completa libertad. Una vez al año eran conducidos a corrales, faena conocida como rodeo, a fin de marcarlos y determinar cuáles serían sacrificados. De ellos se aprovechaban los cueros, sebo y grasa. La carne que no era convertida en charqui se quemaba. De las ovejas aprovechaban la lana y el cuero; de las cabras, el cordobán. Todos aquellos derivados no perecibles de la ganadería eran comerciados localmente y exportados hacia el Perú.

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